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Modelo pedagógico: Formación de Seres Humanos para el Bienestar
La Universidad de Medellín ha actualizado su modelo pedagógico bajo la denominación “Formación de seres humanos para el bienestar”, reafirmando su compromiso con una educación centrada en la persona, la inclusión y la solución de problemas.
Este modelo se estructura en cuatro dimensiones fundamentales:
- Educación: Garantiza el acceso, la permanencia y la graduación en condiciones de equidad, promoviendo la ciencia y la libertad como principios fundacionales. La cultura investigativa se integra en todos los procesos formativos, orientando el aprendizaje hacia la solución de problemas locales y globales.
- Pedagogía: Fomenta el pensamiento crítico, la formación integral y la investigación, permitiendo que cada estudiante construya su propia vida de manera autónoma y consciente.
- Currículo: Se organiza con flexibilidad a través de Unidades de Organización Curricular (UOC), favoreciendo la interdisciplinariedad, la movilidad académica y el aprendizaje a lo largo de la vida.
- Didáctica: Promueve el aprendizaje activo mediante proyectos de aula, estrategias creativas y el uso de herramientas digitales como las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la Inteligencia Artificial.
Este modelo pedagógico es dinámico y responde a las necesidades del entorno, garantizando una formación de calidad basada en la innovación, la investigación y el bienestar de la comunidad académica.
Para conocer en detalle los lineamientos y fundamentos normativos de este modelo, te invitamos a consultar el Decreto 7 de la Consiliatura de la Universidad de Medellín del 7 de octubre de 2024, por el cual se actualiza el Proyecto Educativo Institucional (PEI).

La Universidad de Medellín, en su compromiso con la excelencia educativa y la transformación social, ha implementado el modelo pedagógico “La Formación de Seres Humanos para el Bienestar”. Este enfoque integra de manera coherente cuatro dimensiones clave —educación, pedagogía, currículo y didáctica—, respaldadas por una gestión estratégica que garantiza su efectividad. Su objetivo principal es formar profesionales éticos, críticos y comprometidos con el desarrollo sostenible, capaces de aportar al bienestar individual y colectivo en un mundo globalizado.
La educación en este modelo se concibe como un proceso integral y continuo que trasciende la mera transmisión de conocimientos. Bajo el principio de “educación sin limitaciones”, la Universidad promueve un acceso equitativo, eliminando barreras económicas, sociales o geográficas, y fomentando la inclusión y la diversidad cultural. Esta dimensión prioriza la solución de problemas complejos mediante el pensamiento crítico y creativo, al tiempo que valora la ciencia y la libertad académica como pilares para generar conocimiento riguroso e independiente. Además, se enfoca en la universalidad del conocimiento, integrando perspectivas globales y locales, y en el aprendizaje a lo largo de la vida, adaptándose a los cambios tecnológicos y sociales para mantener la relevancia educativa. Finalmente, la sostenibilidad social se integra como eje transversal, promoviendo prácticas que aseguren equidad y justicia para las generaciones presentes y futuras.
En cuanto a la pedagogía, el modelo se centra en la formación de seres humanos libres, autónomos y conscientes de su rol social. Esto implica desarrollar libertad de pensamiento y un ámbito crítico que incentive la reflexión, el cuestionamiento y la innovación. La formación integral combina saberes científicos, artísticos, técnicos y ancestrales, mientras que la formación en investigación fomenta la curiosidad intelectual y la búsqueda de soluciones a desafíos contemporáneos. Paralelamente, la formación en competencias asegura que los estudiantes adquieran habilidades técnicas y socioemocionales para desempeñarse en contextos diversos. Todo ello se sustenta en un acceso a la educación basado en igualdad de oportunidades, asegurando que cada estudiante pueda desarrollar su máximo potencial sin discriminación.
El currículo, por su parte, se estructura como un sistema dinámico y flexible que refleja los saberes interculturales. Su flexibilidad permite diseñar trayectorias académicas personalizadas mediante asignaturas obligatorias, electivas, líneas de énfasis, microcredenciales, insignias digitales y actividades complementarias. La pertinencia se garantiza al vincular los contenidos con problemas reales o simulados de contextos interculturales, mientras que la integralidad articula programas, niveles (pregrado, posgrado) y modalidades (presencial, virtual, híbrida). La transversalidad enriquece el aprendizaje al conectar disciplinas y fomentar competencias en investigación, comunicación multilingüe y uso de tecnologías. Además, la multimodalidad adapta los métodos de enseñanza a las necesidades estudiantiles, y la permanencia con calidad se asegura mediante estrategias de acompañamiento académico y bienestar integral.
La didáctica se orienta a la construcción de mundos posibles, transformando el aprendizaje en una experiencia activa y significativa. A través de proyectos de aula, los estudiantes aplican conocimientos a situaciones reales, generando productos tangibles que benefician a comunidades. La creatividad se estimula mediante estrategias como el aprendizaje colaborativo y el uso de TIC&SID&IA (Tecnologías de Información, Sistemas de Información Documental e Inteligencia Artificial), herramientas que flexibilizan tiempos, espacios y metodologías. Estas innovaciones se complementan con el goce de la cultura, integrando actividades artísticas y deportivas para enriquecer la formación integral.
La gestión del proceso educativo consolida este modelo al asegurar su coherencia y sostenibilidad. En la dimensión de educación, se prioriza la sostenibilidad social mediante políticas de equidad; en pedagogía, se garantiza el acceso a la formación continua para docentes y estudiantes; en currículo, se fortalece la permanencia estudiantil con apoyo académico y psicosocial; y en didáctica, se promueve el goce de la cultura como parte esencial del desarrollo humano.
El modelo “La Formación de Seres Humanos para el Bienestar” refleja la misión de la Universidad de Medellín al integrar formación integral, generación de conocimiento y promoción de la cultura en un ambiente crítico, innovador e inclusivo. A través de la docencia, la investigación y la extensión, este enfoque no solo fortalece el compromiso institucional con la excelencia académica bajo el lema “Ciencia y Libertad”, también impulsa soluciones concretas a los desafíos de los entornos local, regional, nacional e internacional. Al formar profesionales éticos, creativos y socialmente responsables, la Universidad consolida su rol como agente transformador que contribuye al bienestar colectivo, respeta la diversidad y construye sociedades más justas y sostenibles, siempre guiada por la libertad de pensamiento y el rigor científico como pilares de su quehacer educativo.
En esta sección encontrarás algunos documentos de políticas académicas y normativas nacionales e institucionales que pueden ser de tu interés.